No hay necesidad de fuego, el Infierno son los Otros. Jean Paul Sartre.

domingo, 31 de octubre de 2010

CUESTIÓN DE COLOR - por José Saramago

Dialogo de un anuncio de automóviles en televisión. Al lado del padre, que conduce, la hija, de unos seis o siete años, pregunta: “Papá, sabías que Irene, mi compañera de clase, es negra?” Responde el padre: “Sí, claro…” Y la hija: “Pues yo no…” Si estas tres palabras no son propiamente un puñetazo en la boca del estomago, son sin duda otra cosa: un mazazo en la mente. Se diría que el breve diálogo no es más que el fruto del talento creador de un publicitario con genio, pero, aquí al lado, mi sobrina Julia, que no tiene más que cinco años, preguntada sobre si en Tías, lugar donde vivimos, había negras, respondió que no sabía. Y Julia es china…
Se dice que la verdad sale espontáneamente de la boca de los niños, sin embargo, ante los ejemplos dados, no parece que ese sea el caso, puesto que Irene es realmente negra y negras no faltan tampoco en Tías. La cuestión es que, al contrario de lo que generalmente se cree, por mucho que se intente convencernos de lo contrario, las verdades únicas no existen: las verdades son múltiples, sólo la mentira es global. Las dos niñas no veían negras, veían personas, personas como ellas mismas se ven a sí mismas, luego, la verdad que les salió de la boca fue simplemente otra.
Ya el señor Sarkozy no piensa así. Ahora ha tenido la idea de mandar que se realice un censo étnico destinado a “radiografiar” (la expresión es suya) la sociedad francesa, es decir, saber quienes son y donde están los emigrantes, supuestamente para retirarlos de la invisibilidad y comprobar si las políticas contra la discriminación son eficaces. Según una opinión muy difundida, el camino hacia el infierno está calcetado de buenas intenciones. Por ahí creo que irá Francia si la iniciativa prospera. No es nada difícil imaginar (los ejemplos abundan en el pasado) que el censo pueda llegar a convertirse en un instrumento perverso, origen de nuevas y más sofisticadas discriminaciones. Estoy pensando seriamente pedirle a los padres de Julia que la lleven a Paris para aconsejar al señor Sarkozy…

CABALLOS SALVAJES...

"La invisibilización del fervor K..."

 LUIS ALBERTO QUEVEDO* HABLA DE LA MOVILIZACION QUE GENERO EL FUNERAL DE KIRCHNER

“Fue un mensaje con vista al futuro”

Por Soledad Vallejos

El sociólogo sostiene que quienes se movilizaron “salieron a decir que el ciclo no está terminado”. Destaca también la variada “composición social y etaria de esa multitud” y la sorpresa que significó la masiva presencia de jóvenes.
La muerte de Néstor Kirchner sembró una incógnita inmediata: qué iba a pasar en el velatorio. Eso opina el sociólogo Luis Alberto Quevedo, remarcando de tanto en tanto, como si la alerta pudiera puntuar las frases, que todo análisis es, todavía, “en caliente”. La multitud en las calles, los rostros jóvenes, las familias, el acompañamiento hasta el último minuto posible: todo está, sí, “en caliente”, pero las imágenes no dejarán de repetirse ni de pedir imperiosamente, más que alentar, interpretaciones. “La calle es escenario de un dolor político, no sólo del dolor por la muerte del líder y el acompañamiento de su cuerpo”, señala Quevedo, antes de indicar que a la incógnita no la sació una respuesta, sino tres sorpresas.
–La primera de las sorpresas fue la masividad de la respuesta. Y digo que fue una sorpresa porque sucedió contra todos los diagnósticos que hablaban del fin del ciclo kirchnerista y que insistían sobre la desconexión entre el Gobierno y la sociedad, a los que se sumaban los diagnósticos de que la gente se acercaba porque se les paga, se los acarrea, se los obliga. En lugar de todo eso, apareció una masividad militante. Es el aluvión.
–¿Cuál fue la segunda sorpresa?
–Sin duda la composición social y etaria de esa multitud. Asombró porque era realmente una muestra de transversalidad: estaban todos los sectores sociales, y eso también implicaba una transversalidad territorial. A la Plaza de Mayo llegó gente de todos los rincones del país. Sorprendió la cantidad que viajó desde el interior. Y en cuanto a lo etario, la sorpresa fue encontrarse con mucha preeminencia de jóvenes: pibes de veinte años, treinta años, que no conocieron a Perón, que no lo tuvieron como referencia de la experiencia política. Son jóvenes de la democracia, porque alguien que tiene 20 años hoy no es un pibe de los ‘70.
–¿Por qué cree que salieron a la calle?
–Creo que todos fueron a decir algo que la derecha no soporta y es que están interesados en la política, pero en esta manera de ver y vivir la política que se identifica con Kirchner: el compromiso, el salir a la calle, la defensa de ideas muy específicas vinculadas con el crecimiento económico, la redistribución de la riqueza, los derechos humanos, la independencia de los organismos internacionales. Quiero decir: no es la política en un sentido general lo que les interesa, sino una manera de vivir y ver la política. Por eso apareció en escena un sector del pueblo invisibilizado por los grandes medios de comunicación, y que se presenta como una minoría consistente. Era decir: “Nosotros tenemos a Néstor Kirchner como referente y venimos por ese modelo y esas ideas políticas”. Al recorrer la calle, subyacía la idea de que la gente había ido a despedir a un tipo corajudo de la política. Políticos hay muchos, corajudos tal vez también, pero no hay muchos a los que la gente vaya a despedir así: en actividad militante, ocupando la calle por las ideas. Por eso digo que la calle volvió a ser escenario de la política. La capilla ardiente en Casa Rosada fue una tribuna de expresión popular. En ese sentido, me interesó el clima que se vivía en la cola, entre el silencio respetuoso y la consigna militante.
–¿Tiene hipótesis acerca de por qué estaban ahí?
–Creo que la idea que los llevaba ahí, lo que los unía, era la respuesta al modo de enamorar que tuvo Kirchner, al volver a hacer creer en la política. Eso es lo que me parece que demostraba, y no la idea de que estaban por vivir en tal barrio o pertenecer a tal agrupación o movimiento. La gente fue por Kirchner y le fue a rendir homenaje a alguien que los hizo volver a creer en la política.
–¿Y la tercera sorpresa a la que hacía referencia?
–Fue encontrarse con un entierro militante. Mientras que el entierro de Ricardo Alfonsín fue el entierro de un pedazo de historia argentina, éste fue un entierro que se hizo mirando al futuro. Fue una multitud ocupada en hablar del futuro, y eso se sintetizó en las consignas “Gracias Néstor” y “Fuerza Cristina”. Fue un mensaje con vista al futuro, y no la despedida de un hombre que fue gobernante entre 2003 y 2007. Negar esa carga de futuro sería hacer una lectura mezquina y pobre de una plaza que fue a reafirmar su apoyo. Esas lecturas según las cuales ha muerto el líder y el hombre de coraje, incluso la lectura de que el kirchnerismo murió porque murió Kirchner son pobres y negadoras. De esas lecturas, lo que más indigna es la anulación que hacen de Cristina Fernández. Estando ella, que además todavía es la Presidenta, no puede decirse “se cierra el ciclo”, “se murió el líder”. Creo que la calle fue a decir “estamos acá para despedir a Néstor, pero también para defender el modelo, y creemos que el modelo está representado en Cristina Kirchner. Ella es la Presidenta y la bancamos”. Es la diferencia, enorme, entre una multitud que simplemente lloró a un líder. Acabamos de asistir a un entierro político, no solamente de homenaje, como sucedió con el de Alfonsín, que era claramente un hombre del pasado. En estos días, la gente salió a decir que el ciclo no está terminado. Y eso para la derecha es insoportable.
–¿Y por qué sorprende que haya sucedido todo esto? ¿Por qué no era tan fácil de prever?
Primero, creo que realmente hubo en Argentina grandes medios de comunicación responsables de la invisibilización del fervor K. Creo que hay un efecto mediático de mostrar a este hombre en el fin de su historia. La sorpresa es encontrarse ante el sentido que dio la gente a esta muerte. Es algo que sorprende a todo el mundo. De hecho, guiándose por lo que fueron los diagnósticos de los últimos tiempos, uno debería decir que Kirchner formaba parte de la Argentina del odio y el rencor. Y, sin embargo, se lo despidió como el hombre que construyó un liderazgo a fuerza de tener ideas políticas y querer sostenerlas. Era muy impresionante oír las cosas que la gente gritaba en la capilla ardiente, muy impresionante notar la fuerza que querían darle a Cristina, no como esposa sino como Presidenta de la Nación con un proyecto político.
–Podría decirse que una idea terminó de cuajar esta semana, como si la muerte hubiera permitido hacer un click.
–Sí, por lo que se escuchaba en la calle, mucha gente se dio cuenta de todo lo que respetaba, quería y deseaba para la Argentina que tenía en sus manos Kirchner, al saber que ya no está. Pero eso sucede en caliente. Va a decantar en mucha gente en estos días. Pero en caliente, lo que hizo la gente cuando fue a la Plaza, fue más bien pararse para decir “yo no tengo ninguna duda de que el lugar donde tengo que estar es acá; no necesito unos días para darme cuenta del lugar en que debo estar”. Y creo que estos días, la muerte y lo que siguió van a hacer madurar a mucha gente. Creo que se está abriendo un debate hoy sobre la necesidad de no mirar a Kirchner simplemente como un ex presidente. La derecha quiere interpretar su política como un ciclo que terminó y muere con él. Pero en la sociedad el de-safío es una pregunta que toda la ciudadanía tiene que hacerse: ¿querés que siga el proceso o tiene que ocurrir la muerte de una política? Esa pregunta la responde lo que decanta de estos días y toda esa gente en la calle. En cierta forma, esa multitud dijo “siempre estuvimos acá”. Eso es lo que sorprende. ¿Son todos ésos? Sí, todos ésos.
Página 12 - 31 de Octubre de 2010
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-155999-2010-10-31.html

*Luis Alberto Quevedo: Licenciado en Sociología. En 1986 se graduó en la École des Hautes Études en Sciences Sociales de la Universidad de París.
Profesor Asociado Regular (por concurso) de la materia Sociología Política
en la Carrera de Sociología (Facultad de Ciencias Sociales) de la Universidad de Buenos Aires, desde 1991.

" Llegaremos a tiempo" - Rosana



Tengo miedo que se rompa la esperanza...



"Debemos arrojar a los océanos del tiempo una botella de náufragos siderales, para que el universo sepa de nosotros lo que no han de contar las cucarachas que nos sobrevivirán: que aqui existió un mundo donde prevaleció el sufrimiento y la injusticia, pero donde conocimos el amor y donde fuimos capaces de imaginar la felicidad.”
Gabriel García Marquez.

sábado, 30 de octubre de 2010

"La cuestión social" por Ignacio Ramonet - Le Monde Diplomatique

 

Bajo el lema “¡Alto a la miseria!”, la Unión Europea (UE) ha declarado 2010 “Año de la pobreza y de la exclusión social”. Y es que ya hay, en la Europa de los Veintisiete, unos 85 millones de pobres (1)… Un europeo de cada seis sobrevive en la penuria (2). Y la situación se sigue degradando a medida que se extiende la onda expansiva de la crisis. La cuestión social vuelve a colocarse en el corazón del debate. La ira popular se manifiesta contra los Planes de austeridad en Grecia, Portugal, España, Irlanda, etc. Las huelgas y las protestas violentas se multiplican. Muchos ciudadanos expresan también un rechazo a la oferta política (crece la abstención y el voto en blanco) o una adhesión a diversos fanatismos (sube la extrema derecha y la xenofobia). Porque la pobreza y la desesperación social ponen en crisis al propio sistema democrático. ¿Asisteremos a una explosiva primavera del descontento europeo?
En España, el 20% de la población, o sea unos diez millones de personas, se hallan ya en la pobreza (3). Con casos particularmente indignantes como el de los hijos de extracomunitarios (más de la mitad de ellos viven en la indigencia), y el de las “personas sin hogar”, nivel máximo de exclusión social (4). Hay más de 30.000 personas sin hogar (en Europa, cerca de medio millón). Centenares de ellas, cada invierno, mueren en la calle… ¿Quiénes son esos pobres de hoy? Campesinos explotados por las grandes distribuidoras, jubilados aislados, mujeres solas con hijos, jóvenes con empleos basura, parejas con hijos viviendo con un único sueldo, y obviamente la gran cohorte de activos que la crisis acaba de dejar sin empleo. Jamás hubo en la UE tantos parados: 23 millones (cinco más que hace un año). Lo peor es que la violencia del desempleo golpea sobre todo a los menores de 25 años. En materia de paro juvenil, España ostenta la tasa más catastrófica de Europa: 44,5% (la media europea: 20%).
Si la cuestión social se plantea hoy de modo tan espinoso es porque coincide con la crisis del Estado de bienestar. Desde los años 1970, con el auge de la globalización económica, salimos del capitalismo industrial para adentrarnos en una era de capitalismo salvaje cuya dinámica profunda es la desocialización, la destrucción del contrato social. Por eso se están respetando tan poco los conceptos de solidaridad y de justicia social.
La transformación principal se ha producido en el ámbito de la organización del trabajo. El estatuto profesional de los asalariados se ha degradado. En un contexto caracterizado por el desempleo masivo, la precariedad deja de ser un “mal momento transitorio” mientras se encuentra un empleo fijo, y se convierte en un estado permanente. Lo que el sociólogo francés Robert Castel llama: el “precariado” (5), una nueva condición infrasalarial que se ha extendido por toda Europa. En Portugal, por ejemplo, un asalariado de cada cinco tiene ya un contrato llamado “recibo verde”. Aunque trabaje desde hace años en la misma oficina o la misma fábrica, con horarios fijos, su patrón es un simple cliente al que factura un servicio y quien puede, de la noche a la mañana, sin ninguna indemnización, romper el contrato.
Semejante degradación del estatuto de asalariado agrava las desigualdades porque excluye de hecho a un número cada vez mayor de personas (sobre todo jóvenes) del sistema de proteccion del Estado de bienestar. Las aísla, las margina, las rompe. ¿Cuántos suicidios de trabajadores en su lugar mismo de trabajo? Abandonados a sí mismos, en feroz competencia de todos contra todos, los individuos viven en una especie de jungla. Lo cual desconcierta a muchos sindicatos, otrora poderosos, y tentados hoy de colaborar con las patronales.
La eficacia económica se ha convertido en la preocupación central de las empresas, que descargan sobre el Estado sus obligaciones de solidaridad. A su vez, el Estado desvía estos imperativos hacia las Organizaciones no gubernamentales (ONG) o las redes humanitarias privadas. De ese modo, lo económico y lo social se van alejando permanentemente el uno del otro. Y el contraste entre los dos resulta cada vez más escandaloso.
Por ejemplo, en España, mientras el número de parados alcanzaba en 2009 la cifra de 4,5 millones (3,1 millones en 2008), las empresas cotizadas en Bolsa repartían 32.300 millones de euros a sus accionistas (19% más que en 2008). El año pasado, los beneficios de los diez principales bancos europeos superaron los 50.000 millones de euros… En un continente castigado por la peor recesión desde 1929… ¿Cómo es posible? Porque a partir de la crisis del otoño de 2008, los Bancos centrales prestaron masivamente, con tipos de interés minimos, a la banca privada. Ésta utilizó ese dinero barato para prestar a su vez, con tipos más elevados, a las famlias, a las empresas… y a los propios Estados. Así ganó esas millonadas. Ahora, la deuda soberana alcanza niveles excepcionales en varios países -Grecia, Irlanda, Portugal, España…- cuyos gobiernos han tenido que imponer drásticos Planes de austeridad a sus ciudadanos para satisfacer las exigencias de los actores financieros… causantes de la crisis del 2008. Una desvergüenza que exaspera y enfurece a millones de asalariados europeos.
Los ricos siguen enriqueciéndose mientras crece el número de personas sin empleo o en la precaridad, con un poder adquisitivo más reducido, en condiciones de trabajo degradadas, soportando la violencia física y simbólica de unas relaciones sociales endurecidas en una sociedad cada vez menos cohesionada. ¿Cuánto aguantará el hastío popular? ¿Acaso no advirtió el propio Fondo Monetario Internacional (FMI), el pasado 17 de marzo, que si no se reforma el sistema financiero “habrá revuelta social”?

Miguel Hernandez- Elegia / J.M. Serrat



"Así estamos
consternados
rabiosos
aunque esta muerte sea
uno de los absurdos previsibles..."

Mario Benedetti (Fragmento)

NESTOR KIRCHNER "Quisiera que me recuerden" del compañero detenido-desap...

Despedida del pueblo argentino al "ex-Presidente" NESTOR CARLOS KIRCHNER (1950-2010) Parte 2












Despedida del pueblo argentino al "ex-Presidente" NÉSTOR CARLOS KIRCHNER (1950-2010) Parte 1

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE, NÉSTOR!!! Gracias por re-instalar la discusión, despues de la larga noche neoliberal.
Violeta.













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Jacques Prévert....."Para tí mi amor"

Fui al mercado de pájaros y compré pájaros


Para ti mi amor


Fui al mercado de flores y compré flores


Para ti mi amor


Fui al mercado de chatarra y compré cadenas. Pesadas cadenas


Para ti mi amor


Después fui al mercado de esclavos


Y te busqué...


Pero no te encontré mi amor.
Bienvenidos los que pasen por este sitio...

Violeta.