No hay necesidad de fuego, el Infierno son los Otros. Jean Paul Sartre.

domingo, 4 de septiembre de 2011

HASTA SIEMPRE, LEÓN Y GRACIAS POR TODO!!!

14:57 › A los 87 años

Murió León Rozitchner (Un grande...)

El filósofo ensayista y profesor universitario falleció esta madrugada en el hospital universitario del Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas (CEMIC), donde permanecía internado. Rozitchner fue un intelectual comprometido con el contexto social y cultural, fundamentalmente desde el ámbito filosófico, y también el psicoanalítico. En el último tiempo, militó desde el espacio Carta Abierta. Sus restos serán velados desde las 17 en la sala Cortázar de la Biblioteca Nacional, Agüero 2502.

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-176054-2011-09-04.html

Quién fue León Rozitchner, además de un docente apasionado, : http://www.fundacionkonex.com.ar/b2614-leon-rozitchner

sábado, 9 de julio de 2011

viernes, 13 de mayo de 2011

Monólogo de José Sacristan en la película "Solos en la Madrugada"

"...Se van a acabar para siempre la nostalgia, el recuerdo de un pasado sórdido, la lástima por nosotros mismos.
Se acabó la temporada que ha durado 38 hermosos años, estamos en 1977, somos adultos, a lo mejor un poquito contra hechos, pero adultos. Ya no tenemos papá. ¿ Que cosa, eh?.
Somos huérfanos gracias a Dios y estamos maravillosamente desamparados ante el mundo. Bueno, pues hay que enfrentarse al mundo y con esa cepa que nos da ese aire garboso!. Tenemos que convencernos de que somos iguales a los otros seres que andan por ahí, por Francia, por Suecia, por Inglaterra.
En setiembre ya no vamos a reunirnos solos en la madrugada para contarnos nuestras penas, para mirarnos el ombligo, para seguir siendo mártires, para sufrir. No, a partir de ahora y aunque sigamos siendo igual de minusválidos vamos a intentar luchar por lo que creemos que hay que luchar, por la libertad, por la felicidad.
Hay que hacer algo ¿No?, para alguna cosa tendrá que servir el cambio, pues venga, vamos a cambiar de vida. A ti Rosi ¿Qué té pasa?. Que tu vida con Andrés y los chicos no te gusta ¿no?. Pues fuera, cada uno por su lado pero con dos ovarios como si fuésemos mayores.
Y tu Nacho ¿qué? ¿No te ha tirado siempre lo otro?. Pues venga, guerra, pero sin tapujos. Ponte peineta y a ello, pero con dignidad, con la cara bien alta, que no pasa nada.
Vamos a ver Andrés ¿Tú no querías dejar esas contabilidades y vivir sólo con el sueldo?. ¿Qué esperas?. ¿Qué no puedes?. Claro que puedes. Plántate, plántate con Hernández, con Gil, con Troncoso, plantáos y a pedir un sueldo digno, ya verás como se acojonan los de la planta Noble, y a vivir como un ser humano y no como un robot, a vivir con tus hijos, a charlar con tu mujer. ¿O no?.
Hay que comprometerse con uno mismo, hay que tratar de ser uno mismo, hay que ir a las libertades personales.
Margarita de mi vida, ya no me sirve eso que me dices siempre de que té pasas la vida metida en casa, de que Vicente no te saca. ¿ Qué pasa? Quieres ir al cine y Vicente no quiere, pues vete al cine, fíjate que sencillo. Ese metro, ese autobús, me da una butaca y ya está, ya has visto a Paul Newman, que era lo que querías.
Se ha terminado eso de ser víctimas de la vida, hay que vencer a la vida. Hay que tomar el mando en la cama. Si lo que quieres es un televisor en color, cómprate el más grande que encuentres por que es lo que quieres, no ahorres cuatro perras para dejarlas a los hijos, disfruta de la vida vosotros porque es vuestra vida y porque además esas cuatro perras luego no van a ser nada.
Hay que empezar a tratar de ser libres. Yo también quiero ser libre.
No quiero tener que mentirme tanto. Sé que tengo que ser algo... a lo mejor escuchar, escuchar más a la gente o hacer un programa de radio para adultos, para hablar de las cosas de hoy porque no podemos pasar otros cuarenta años hablando de los cuarenta años.
Ese viejo disco que vais a escuchar es el último de una melodía que no oiremos más. Yo os prometo que Ray Peterson, Raimundo Pérez si hubiese nacido en el Imperio, no volverá a decirle a Laura que la quiere porque, es que Laura tiene treinta y cinco castañas, cinco hijos y está casada con uno de Arkansas y eso hay que afrontarlo.
No soy político, ni sociólogo pero creo que lo que deberíamos hacer es darnos la libertad los unos a los otros, aunque sea una libertad condicional. Pues vamos, yo creo que si podemos hacerlo, creo que si. No debe preocuparnos si cuesta al principio porque lo importante es que al final habremos recuperado la convivencia, el amor, la ilusión.
Pues no cabe duda, al vegetar estamos acabando. Vamos a vivir por algo nuevo. Vamos, vamos a cambiar la vida por nosotros. Vamos."


Fuente: http://eltaodeinternet.blogspot.com/2010/12/solos-en-la-madrugada.html

miércoles, 13 de abril de 2011

"No hay otra" por Tomas Abraham

Peronismo puro

No hay otra

Por qué nos impusimos la idea de que no podemos escapar de nuestro destino peronista. No hay poder sin caja.

 

Hace unos días me preguntaban en una entrevista si era posible gobernar a nuestro país sin el peronismo. Conocemos este tipo de cuestionario. Es parte de nuestra liturgia y de nuestro sentido común. Por supuesto que sí, respondí. Se lo viene haciendo hace muchos años. La razón es sencilla y evidente: el peronismo no existe. Es un carro al que se sube todo el mundo: Menem, De Narváez, Carlotto, Macri, Duhalde, Hadad, Pérsico, Scioli, los Saá, Víctor Laplace, Filmus, Palito Ortega, Timerman, Moyano, Boudou, cualquiera. El peronismo es una moneda, un circulante social que permite el funcionamiento del mercado político. Pero la pregunta manifiesta una inquietud. Es la que siente aquel que se da cuenta de que nuestro país no tiene futuro y que sólo es espectador de su destino. En este caso, un destino peronista.

Con estas características nos retrotrae a tiempos antiguos. Nos devuelve a la época trágica en la que los griegos adoraban a los dioses que determinaban el naipe o el lote que les tocaba en vida a cada uno de los seres humanos. Aquel que transgredía la norma divina desencadenaba un cataclismo del que era una de las principales víctimas. No es que el personaje depuesto se fuera en helicóptero por los cielos de Tebas, sino que se acostaba con su madre sin saber que lo fuese, mataba a su padre o se le suicidaba un hijo. Así era la vida y la advertencia que los poetas trágicos les hacían a sus conciudadanos cuando se atrevían a desafiar el orden cósmico y se creían más poderosos de lo que en realidad eran. Para que esta alerta tuviera la eficacia deseada, se rememoraba el orden mítico que la justificaba.

Entre nosotros, que no somos griegos antiguos, también hay un ansia de crear mitos y ungir a dioses y reyes que delimiten un espacio sagrado, o sea, intocable. La convicción de que “no se puede” gobernar sin algo que no existe, es sugerente, atractiva. Nos da como comunidad un aura extraña, un misterio metafísico, la posibilidad de ser personajes de un relato de ficción. Nos convertimos en un pueblo de fantasmas reunidos en un aquelarre en torno a un venerado tótem. Después de todo, ¿cómo se llama el No Existente que provoca creencias enfervorizadas en su nombre? Dios. Por eso, el interés por la política que ha renacido entre nosotros y que muchos celebran es en realidad un retorno teológico, un sentimiento de intensidad religiosa.
¿A alguien se le llega a ocurrir que nuestro país puede ser gobernable entre 2011 y 2015 sin Cristina? ¿Es posible creer que un rejunte entre Mauricio Macri, Chiche Duhalde y Ricardito Alfonsín puede constituirse en la plataforma de una opción política y en una alternativa de gobierno? Imaginar que los de PRO –que vaya a saber de dónde sacan esta idea de que los pobres son “pobrecitos”–, la jefa de manzaneras que quiere reunir nuevamente a la familia argentina en torno de su marido, y este extraño hijo de un nuevo rey Lear bastardeado en su legado, se unan por un espanto compartido para labrar el porvenir político nacional, nos sitúa en la otra rama de la filosofía, la patafísica, dominio en el que los bufones son reyes.
El carnaval es la otra cara de la tragedia. Así vivimos, entre la patafísica y la metafísica, entre procesiones y carnavales. Sin embargo, no sólo de cielo vive el hombre, ni sólo de hostias. Existe el orden terrenal. La costumbre en nuestro país dice que cuando un dirigente se retira de un puesto político, deja el campo minado para el que sigue. Más aún si pertenece a otro partido. Vacía los cajones, se lleva los proyectos, desarma computadoras, embolsa discos duros, se come la información y deja una deuda impagable. Se va sonriendo con un hasta la próxima y ¡que tengas suerte! El ejercicio del poder en nuestro país se basa en la discontinuidad. Es decir, en una esperanza sísmica. El deseo de que al sucesor le vaya mal es muy tentador. También lo es la creencia en el Uno irremplazable que sabotea al próximo. La venganza será terrible. Esto no sólo acontece ahora. Pasó casi siempre. ¿O acaso don Carlos Menem no daba imagen de todopoderoso y dueño absoluto de dos mandatos y el mejor ubicado para un tercero? ¿No fue él quien se fue con un “hasta luego” después de dejar un paquetito con una bomba llamada deuda externa?
Esta idea de un salvavidas en el poder es variada. El sentimiento de que sin las dictaduras sobrevenía el caos y la violencia irrestricta convencía a más de uno. La consigna de que si el poder no se conquistaba en forma total y militar el pueblo seguiría viviendo oprimido también era una evidencia revolucionaria. Somos hijos del Uno, o de la Una, un modo clásico de venerar el poder que Etienne de La Boétie inmortalizó como el de la servidumbre voluntaria.
Cuando vemos que Tabaré se va a su casa, Bachelet a la suya, Lula ídem, no se debe a que extrañan al perrito y al sillón de lectura. Es un ejercicio diferente del poder. Se lo llama “continuidad”, no eternidad, que no es lo mismo. Tiene que ver con las instituciones. El dicho repite que los hombres pasan y las instituciones quedan: así es, en otros países. En el nuestro, los hombres y las mujeres se quedan, y las instituciones se compran.
Esto último es muy importante. No hay plenitud de poder ni Uno irremplazable sin la Caja. Es el Tabernáculo posmoderno. El dinero es el cimiento del poder del Uno. Sin dinero, el Uno queda pulverizado y obliga a confederar a las partes en disputa. La multiplicidad no es domesticable una vez lanzada al ruedo. En nuestro país, los únicos gobiernos civiles duraderos debieron su permanencia al superávit de caja. Con déficit nos arreglamos con los golpes de Estado. A pesar de no existir el peronismo, asegura el Uno. De ahí que se pueda gobernar sin el peronismo, pero imposible hacerlo sin las corporaciones comandadas por una dirigencia vitalicia. No se puede gobernar sin la CGT, sin la Banca, sin la Federal y la Bonaerense, sin los caudillos armados que administran el delito, sin el empresariado agrupado en sus cámaras, sin los jefes que controlan los movimientos sociales, sin el personal de planta de la burocracia estatal, sin los Barones provinciales, sin los medios de comunicación propios y ajenos. En nuestro país el poder convence. En la conformación de sus estamentos, en su poder extorsivo, en la momificación de su dirigencia, se garantiza la única continuidad real.
El peronismo es el nombre que se da a sí mismo el personal gubernamental que pacta con estos dispositivos de poder en los que se distribuye la clase dominante. Es una entidad nominal que agrupa y legitima un acuerdo prebendario que asegura la continuidad de una misma hegemonía. La Corte Suprema, el Poder Legislativo, los jueces, los educadores, los que están a cargo de funciones de autoridad y de aplicación de las leyes son un decorado de terracota. Nuestras instituciones habitan palacios de estuco. Por eso cuando alguien dice: “Ok, estoy de acuerdo en que este gobierno miente, patotea y roba, pero algunas cosas las hace bien. ¿O no? Pero además, ¿qué otra alternativa hay, me podés decir?”. La respuesta que todos damos es bien conocida: “No, la verdad que no se me ocurre, tenés razón, no hay ninguna”.

sábado, 26 de marzo de 2011

Dedicado al Dasein Heideggeriano, sumergido en el imperio del "lo uno". Eduardo Galeano "El derecho de soñar". Saludos. Violeta.

¡¡¡NO a la megaminería en el territorio ARGENTINO!!!

Hace unas horas, Eduardo Galeano recibió el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional de Cuyo. Siendo 22 de marzo de 2011, Día Mundial del Agua, lo dedicó a los Militantes del Agua, "que en Mendoza y muchas otras comarcas del mundo" luchan contra las mineras, forestales y todos los que la contaminan, traicionan la naturaleza y quieren convertir al agua en una mercancía.
"El agua es y quiere seguir siendo un derecho de todos".

¡NO A LA MEGAMINERÍA QUE MATA, SAQUEA Y CONTAMINA!
¡NO A SAN JORGE!
¡EL AGUA DE MENDOZA, NO SE NEGOCIA!


Fuente : Noalamina

Uruguay - ¿Conoce el proyecto de mina de hierro a cielo abierto?

Aratirí es el primer proyecto de megaminería de hierro a cielo abierto del Uruguay, que viene acompañado de un mineroducto de 230km hasta un puerto de aguas profundas en la costa oceánica. El proyecto se encuentra en la última etapa de evaluación de factibilidad y pretende concretarse en los próximos meses. Si es autorizada, extraerá 20 millones de toneladas de hierro anuales y consumirá 100 litros de agua dulce por segundo.

LA MINA

La zona de explotación abarca unas 150.000 hectáreas en los departamentos de Florida, Durazno, Treinta y Tres y Cerro Largo, próximo a las ciudades de Valentines y Cerro Chato. La zona se encuentra en el medio de la Pampa Húmeda y equivale a DOS VECES la superficie del departamento de Montevideo.

La minería de hierro a cielo abierto es una de las actividades MAS AGRESIVAS PARA EL MEDIO AMBIENTE, máxime si se hace en lugares poblados y cultivados como sería en Uruguay. Cada vez más países PROHIBEN ESTA ACTIVIDAD, como lo han decidido recientemente Costa Rica y la Unión Europea.

Utilizarán enormes cantidades de explosivos, desaparecerán cerros enteros dejando 10 cráteres de 2 kilómetros de largo por uno de ancho y 300 metros de profundidad. Son miles y miles de hectáreas de tierras dedicadas a la actividad agropecuaria con más de 400 pequeños y medianos productores que llevan varias generaciones viviendo en la zona.

Esas tierras se perderán para siempre ya que se elimina por completo el suelo y sus actuales habitantes deberán emigrar. La actividad en los alrededores será severamente afectada también, por la contaminación de las aguas, los enormes depósitos de rocas y sedimentos que no contienen los minerales buscados (un 70% del total) y el polvo que cubre los campos, además de la contaminación sonora, visual, etc., etc.

EL PUERTO

¿De qué manera se exportaría el hierro? Transportándolo mediante una cañería de 60 cm de diámetro y 230 kilómetros de largo, que atravesará los departamentos de Lavalleja y Rocha hasta la playa llamada La Angostura, sobre el Km 288 de la Ruta 9, entre los balnearios de LA ESMERALDA Y PUNTA DEL DIABLO. A esta hermosa playa de 40 km de largo, que comienza en Punta del Diablo y que se extiende hasta VALIZAS y CABO POLONIO, llegará el mineroducto y deberá soportar UN PUERTO DE GRAN CALADO PARA EXPORTAR MATERIAS PRIMAS DE LA REGIÓN Y RECIBIR CARGAMENTOS DE CARBÓN, PETRÓLEO Y GAS LICUADO.

El mineroducto deberá atravesar zonas declaradas PATRIMONIO MUNDIAL DE LA BIÓSFERA como los Humedales del Este y los Palmares de Rocha, verdadero símbolo de identidad del departamento. Esta cañería deberá utilizar para transportar el hierro molido, DECENAS DE MILLONES de metros cúbicos de AGUA DULCE al año.

El proyecto requiere el equivalente al 10% del consumo energético del Uruguay. Para solucionar esto se planteó en primera instancia la construcción de una central de carbón (obsoletas a nivel internacional), pero también existe la posibilidad de que sea una central atómica o también a gas.

Este emprendimiento traerá al país muchos más perjuicios que beneficios y, además de ser claramente anticonstitucional, atenta contra nuestra marca de identidad ante el mundo, la del URUGUAY NATURAL.

¡CUIDEMOS NUESTRA AGUA Y NUESTRO SUELO!DEFENDAMOS A LOS PRODUCTORES Y SUS FAMILIAS QUE QUIEREN SEGUIR TRABAJANDO NUESTRA TIERRA.
NO DEJEMOS QUE SE LLEVEN NUESTRAS RIQUEZAS POR UNAS MIGAJAS Y SACRIFICAR NUESTRA TIERRA PARA SIEMPRE
PRESERVEMOS Y DESARROLLEMOS EL POTENCIAL TURÍSTICO DEL DEPARTAMENTO DE ROCHA
SIGAMOS SIENDO URUGUAY NATURAL, ¡¡¡NATURAL DE VERDAD!!!
EN LOS 200 AÑOS DE NUESTRA NACIÓN
"NO VENDERÉ EL RICO PATRIMONIO DE LOS ORIENTALES AL BAJO PRECIO DE LA NECESIDAD” José Artigas.


Encontrará mayores informaciones en:

Observatorio Minero del Uruguay (http://www.observatorio-minero-del-uruguay.com/)El pueblo frente a la minera Aratirí (http://aratiri.wordpress.com/)El conflicto de dos modelos productivos: la industria extractiva y la soberanía alimentaria (http://wp.me/p15gfw-di)Uruguay: la empresa detrás del proyecto minero (http://put.tl/3W)

La protección del medio ambiente es de interés general. Las personas deberán abstenerse de cualquier acto que cause depredación, destrucción o contaminación graves al medio ambiente. La Ley reglamentará esta disposición y podrá prever sanciones para los transgresores.Constitución de la República Oriental del Uruguay. Artículo 47.

Uruguay Sustentable
Movimiento por un Uruguay Sustentable
24/03/11

Fuente: Adital

viernes, 25 de marzo de 2011

1976 - 1983........................NUNCA MAS!!!

Con 10% de desempleo y una enorme deuda, EEUU se arruina cada día más con sus guerras

RT – La guerra en Libia no solo le puede costar a EE. UU. el enfriamiento de sus relaciones con algunos países, sino también un gasto enorme de dinero. El lanzamiento de un misil de crucero Tomahawk cuesta aproximadamente un millón y medio de dólares, y solo durante las primeras horas de la campaña en Libia las tropas estadounidenses usaron más de 100 dispositivos de este tipo.
El congresista Denis Kuchinich afirma: “Esta nueva Guerra nos costará 500 millones de dólares solo durante la primera semana. Claro está que no tenemos recursos financieros para eso y acabaremos reduciendo la financiación de otros importantes programas domésticos”.
El miembro del Comité para las Relaciones Internacionales del Senado, Richard Lugar está de acuerdo: “Es extraño, pasamos todos los días en el Congreso hablando del presupuesto, y al mismo tiempo se inicia una operación tan costosa como esta”.
Mientras se está librando la operación, el desempleo en el país alcanza el 10% y la deuda estatal, la cantidad casi inimaginable, 14 billones de dólares. No es sorprendente que muchos norteamericanos cuestionan la sensatez de las acciones actuales del gobierno.
Pero sí existen los que sacan ingresos de esta guerra: son las grandes compañías, que prestan sus servicios a las fuerzas armadas.
“Los gigantes como General Electric o Halliburton han obtenido tremendos beneficios, especialmente durante las guerras en Irak y Afganistán”, comenta Sara Flounders, cofundadora del Centro de Acción Internacional de Nueva York. “Con la operación en Libia pasará lo mismo, ya que muchos de sus servicios están subcontratados”.
Pero aunque para las corporaciones la participación estadounidense en un nuevo conflicto podría estar justificada, para miles de norteamericanos los daños a la economía y a la imagen del país son probablemente un precio demasiado alto a pagar.

Fuente: Contrainjerencia.

Libia, ¿razones humanitarias?- por Teresa Aranguren



Siempre he pensado que Muammar el Gadafi era el más nefasto de la lista de nefastos gobernantes que han padecido y padecen los pueblos árabes. Y no sólo por su condición de tirano y su despiadada represión de todo atisbo de oposición incluyendo en dicha categoría a todo aquel que se mostrara o pareciera mostrarse algo tibio en el aplauso y la obligada adulación a su persona. Ese personaje de túnica y turbante, gafas oscuras, retórica ampulosa y gesticulación histriónica, que acostumbra a viajar con su jaima portátil y su cohorte de amazonas –huríes al mejor estilo kitsch de Hollywood, es la representación a modo de calco de la fantasía degradada e inevitablemente racista que la mirada colonial proyectó sobre el mundo oriental y en particular el árabe.

Gaddafi, el personaje Gaddafi, que hace gala de exotismo siguiendo el modelo de exotismo oriental construido en el imaginario de Occidente, siempre ha sido sencillamente una impostura. Por eso, entre otras cosas, nunca ha gozado de especial predicamento, menos aún simpatía, entre los árabes, ni entre los más reaccionarios, léase las monarquías del Golfo, ni entre las corrientes progresistas que, aunque larvadas, siempre han estado ahí y se han hecho visibles ahora en los levantamientos ciudadanos que han tumbado los regímenes de Túnez y Egipto.

De hecho Gaddafi, el personaje Gaddafi, ha sido la coartada perfecta que refuerza la visión y sobre todo la política neo colonial sobre el mundo árabe. Y lo vuelve a ser.
En Libia la revuelta que estalló sin duda inspirada y alentada por el triunfo de los movimientos liberadores de los países vecinos degeneró muy pronto en guerra civil. Quizás, entre otras cosas, porque el factor miseria, a diferencia de sus vecinos, no actuaba como detonante de la movilización. De hecho en Libia no había miseria, tampoco desarrollo y menos aún libertad, ni siquiera parcelas de libertad, pero había dinero, mucho dinero que el régimen de Gaddafi ha manejado para mantener en estado de subsistencia subvencionada a la mayoría de la población y sobre todo para comprar lealtades internas y complicidades externas durante décadas. Y es significativo que sean precisamente esos cómplices externos, los gobiernos de Francia y Gran Bretaña, socios preferentes, junto a Italia, de acuerdos, inversiones y negocios varios, además de históricas potencias coloniales en el Oriente Próximo, con Estados Unidos en un hábil pero determinante segundo término, quienes se han erigido en abanderados y promotores de la intervención militar en Libia. No me parece desencaminada la sospecha de que los cálculos estratégicos pueden haber ido más o menos así: dado que la insurrección de los pueblos árabes nos ha dejado fuera de juego y puede dejarnos aún más fuera y ya que Gaddafi, nuestro socio de ayer, resulta hoy indefendible, es la ocasión adecuada para situarnos en primera línea como protectores de los rebeldes que, gracias a nuestra intervención, podrán finalmente derrocarle, ocupar el poder… y depender de nosotros.
La excusa de la intervención humanitaria que sin duda encuentra eco en una opinión pública sinceramente horrorizada por la brutal represión de la revuelta y la perspectiva de triunfo de los leales a Gaddafi, no deja ver la realidad de lo que tal intervención significa y lo insultante que resulta viniendo de quien viene. En el ámbito de la política internacional y por mucho que en esta ocasión y no a falta de presiones se haya conseguido el aval del Consejo de Seguridad, la intervención militar en Libia representa un precedente más, no el primero, que desvirtúa el papel de Naciones Unidas que no es el de avalar el uso de la fuerza sino el de evitarla por todos los medios posibles. Hay también otro efecto perverso y quizás más grave: la intervención liderada nada menos que por Francia, Inglaterra y Estados Unidos, asesta un duro golpe al impulso emancipador que el triunfo de los movimientos democráticos en Túnez y Egipto han proyectado sobre el mundo árabe. La defensa de la soberanía nacional frente al dominio postcolonial de sus países, forma parte junto a la aspiración democrática, del corazón de la revuelta de las poblaciones árabes.

Es cierto que en Libia la revuelta estaba a punto de ser derrotada y que se anunciaba una brutal represión, pero cuando se apela a la comunidad internacional, eufemismo con el que casi siempre nos referimos a Estados Unidos y su potencias aliadas, para que ponga fin al drama de los rebeldes libios, no deberíamos olvidar cuantos dramas hay en el mundo y cuantos están causados directamente por aquellos de quienes reclamamos intervención y si , por razones humanitarias, hay que intervenir en Libia, ¿por qué no hacerlo cuando Israel bombardea con armas mucho más letales a la población palestina y no en el marco de un conflicto interno sino de una ocupación ilegal? o, más aún, ¿por qué ningún gobierno de ningún país miembro de Naciones Unidas se atrevió a impulsar una resolución de condena contra Estados Unidos y Gran Bretaña por los cientos de miles de muertos, decenas de miles de desaparecidos, encarcelados, torturados y desplazados durante la invasión y ocupación de Irak?. Todos sabemos la respuesta: los crímenes de las grandes potencias no se juzgan, simplemente se aceptan como se acepta la lluvia cuando cae. El mundo es así y Naciones Unidas no es sino el reflejo del desequilibrio de fuerzas en el mundo. Pero es también el intento, hasta el momento el único que tenemos, de paliar ese desequilibrio. Por eso no creo que debamos aplaudir la resolución que avala la intervención en Libia. No es un triunfo de Naciones Unidas sino la constatación de su debilidad.
Y por favor que no me digan que las bombas que se lanzarán sobre Libia matan de forma humanitaria.
Teresa Aranguren, periodista española especializada en temas de Medio Oriente.
Fuente: Gramscimanía. 

jueves, 24 de marzo de 2011

Gadafi y las potencias occidentales



Las potencias occidentales, lideradas por los Estados Unidos, se hacen de la boca gruesa en defensa de los derechos humanos en Libia. ¿Y las ocupaciones genocidas de Iraq y de Afganistán? ¿Quién dobla las campanas por un millón de muertos en Iraq? ¿Quién lleva a la Corte Internacional de Justicia de la ONU a los asesinos confesos en Afganistán y a los responsables de crímenes de lesa humanidad? ¿Por qué el Consejo de Seguridad de la ONU no dice una palabra contra las masacres practicadas contra los pueblos iraquí, afgano y palestino?
El interés de los EE.UU. y de la Unión Europea no es la defensa de los derechos humanos en Libia. Es asegurar el control de un territorio que produce 1,7 millones de barriles de petróleo al día, de los cuales depende la energía de países como Italia, Portugal, Austria e Irlanda.
El caso de Irak es ejemplar: los Estados Unidos inventaron las nunca encontradas ’armas de destrucción masiva’ de Saddam Husein para ejercer el control sobre un país que es el segundo mayor productor mundial de petróleo -2,11 millones de barriles-, sólo superado por Arabia Saudita. Y posee una reserva calculada en 115 mil millones de barriles. A esa riqueza se le suma el hecho de ocupar una posición geográfica estratégica, pues tiene fronteras con Arabia Saudita, Irán, Jordania, Kwait, Siria y Turquía.
El 20 de marzo se cumplieron ocho años que los EE.UU. y sus adláteres invadieron Irak con el pretexto de ‘establecer la democracia’. El gobierno de Maliki está lejos de poder ser considerado una democracia. En febrero pasado millares de iraquíes salieron a las calles para reclamar trabajo, pan, electricidad y agua potable. El ejército los reprimió brutalmente, habiendo muertos, heridos, detenciones arbitrarias y secuestro de activistas. Ninguna potencia mundial reclamó en favor de los derechos humanos ni sugirió a Maliki que respondiera ante tribunales internacionales.
La ONU es hoy, lamentablemente, una institución desacreditada. Los EE.UU. la utilizan para aprobar resoluciones que justifiquen su papel de policía global al servicio de un sistema injusto y excluyente. Cuando la ONU aprueba resoluciones que contrarían a la Casa Blanca -como la condena del bloqueo a Cuba y la opresión de los palestinos- ella sencillamente hace oídos sordos.
Gadafi está en el poder desde 1969. Son 42 años de dictadura. ¿Por qué los EE.UU. y la Unión Europea nunca hablaron de quitarlo? Porque, a pesar de sus atentados terroristas, era conveniente mantener allí a un déspota que atraía inversiones extranjeras e impedía que llegasen a Europa los inmigrantes ilegales del África subsahariana, o sea todos los países al sur del desierto del Sahara.
Ahora que el pueblo libio clama por la libertad los EE.UU. ocupan posiciones estratégicas en el Mediterráneo. Barcos anfibios, aviones y helicópteros son transportados por los barcos de guerra US Ponce y US Kearsarge. La Unión Europea, a su vez, no está preocupada por la democracia en Libia sino por evitar que miles de refugiados desembarquen en sus países deteriorados por la crisis financiera.
Temen también que la onda libertaria que asola a los países árabes, productores de petróleo, suban el precio del producto, recargando más a las potencias occidentales, que luchan con dificultad para vencer la crisis del sistema capitalista.
Se habla de establecer una ‘zona de exclusión aérea’ en Libia. Eso significa bombardear los aeropuertos del país y todos los aviones allí estacionados. Y exige el envío de portaviones a las costas africanas. En suma, un nuevo frente de guerra.
El hecho es que la Casa Blanca fue sorprendida por el movimiento libertario en el mundo árabe y, ahora, no sabe cómo proceder. Era más cómodo seguir siendo cómplice de los regímenes autoritarios a cambio de las fuentes de energía, como gas y petróleo. ¿Pero cómo oponerse al clamor por la democracia y evitar el peligro de que el gobierno de dichos países pueda caer en manos de fundamentalistas?
Gadafi llegó al poder con amplio apoyo popular al derribar el régimen tiránico del rey Idris, en 1969. Mordido por la mosca azul, con el tiempo olvidó todas las promesas libertarias que había hecho. En 1974, valiéndose de la recesión mundial, expulsó a las empresas occidentales, expropió propiedades y promovió una serie de reformas progresistas que hicieron mejorar la calidad de vida del pueblo libio.
Asociada a la Unión Soviética, a partir de 1993 Gadafi dio la bienvenida a las inversiones extranjeras. Tras la caída de Saddam, temiendo ser el siguiente de la lista, firmó acuerdos para erradicar las armas de destrucción masiva e indemnizó a las víctimas de sus atentados terroristas. Se erigió en un perseguidor feroz de Osama Bin Laden. Pidió ingresar al FMI, creó zonas especiales de libre comercio, abrió el país a las transnacionales del petróleo y eliminó los subsidios a los productos alimenticios de primera necesidad. Inició el proceso de privatización de la economía, lo que hizo aumentar el desempleo a cerca del 30% y agravarse la desigualdad social.
Gadafi mereció elogios de Tony Blair, de Berlusconi, de Sarkozy y de Zapatero. Igual que a Occidente, le desagradó la expulsión de los gobiernos tiránicos de Túnez y Egipto. Ahora dispara contra un pueblo desarmado que aspira a sacarle del poder.
Para las potencias occidentales Gadafi se convirtió en una carta rebelde de la baraja. El problema ahora es cómo echarlo del poder sin abrir un nuevo frente de guerra y convertir a Libia en un ‘protectorado’ bajo control de la Casa Blanca. Si Gadafi se resiste, Bin Laden puede ganar más de un aliado o, al menos, tener uno más en materia de amenazas terroristas.
El discurso de Occidente es la democracia.
El interés, el petróleo.
Y para el capitalismo sólo eso interesa: privatizar las fuentes de riqueza.
En cuanto a la lógica de que el capital predomine sobre la libertad, Occidente nunca conocerá verdaderas democracias, aquellas en las que la mayoría del pueblo decide los destinos de la nación.
Frei Betto
Tomado de Adital


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Maggie fecha 1:49 AM en En el mundo, En Órbita

Cinco causas de la insurrección árabe

¿Cuáles son las causas del vendaval de libertad que, de Marruecos a Bahréin, pasando por Túnez, Libia y Egipto, sopla sobre el mundo árabe? ¿Por qué motivos estas simultáneas ansias de democracia se expresan precisamente ahora?
A estas dos preguntas, las respuestas son de diversa índole: histórica, política, económica, climática y social.
1. Histórica. Desde el final de la Primera Guerra Mundial y la implosión del Imperio otomano, el interés de las potencias occidentales por el mundo árabe (Oriente Próximo y África del Norte) ha tenido dos principales incentivos: controlar los hidrocarburos y garantizar un hogar nacional judío. Después de la Segunda Guerra Mundial y del traumatismo universal del Holocausto, la creación del Estado de Israel, en 1948, tuvo como contrapartida la llegada al poder, en varios Estados árabes liberados del colonialismo, de fuerzas antisionistas (opuestas a la existencia de Israel): de tipo “militar nacionalista” en Egipto y Yemen, o de carácter “socialista árabe” en Irak, Siria, Libia y Argelia.
Tres guerras perdidas contra Israel (en 1956, 1967 y 1973) condujeron a Egipto y a Jordania a firmar tratados de paz con el Estado judío y a alinearse con Estados Unidos que ya controlaba –en el marco de la Guerra Fría– todas las petromonarquías de la península Arábiga así como el Líbano, Túnez y Marruecos. De este modo, Washington y sus aliados occidentales mantenían sus dos objetivos prioritarios: el control del petróleo y la seguridad de Israel. A cambio, protegían la permanencia de feroces tiranos (Hasán II, el general Mubarak, el general Ben Alí, los reyes saudíes Faisal, Fahd y Abdalá, etc.) y sacrificaban cualquier aspiración democrática de las sociedades.

2. Política. En los Estados del pretendido “socialismo árabe” (Irak, Siria, Libia y Argelia), bajo los cómodos pretextos de la “lucha antiimperialista” y de la “caza de comunistas”, también se establecieron dictaduras de partido único, gobernadas con mano de hierro por déspotas de antología (Sadam Hussein, Al Assad padre e hijo, y Muamar al Khadafy, el más demencial de ellos). Dictaduras que garantizaban, por lo demás, el aprovisionamiento en hidrocarburos de las potencias occidentales y que no amenazaban realmente a Israel (cuando Irak pareció hacerlo fue destruido). De ese modo, sobre los ciudadanos árabes, cayó una losa de silencio y de terror.
Las olas de democratización se sucedían en el resto del mundo. Desaparecieron, en los años 1970, las dictaduras en Portugal, España y Grecia. En 1983, en Turquía. Tras la caída del muro del Berlín, en 1989, se derrumbó la Unión Soviética así como el “socialismo real” de Europa del Este. En América Latina cayeron las dictaduras militares en los años 1990. Mientras tanto, a escasos kilómetros de la Unión Europea, con la complicidad de las potencias occidentales (entre ellas España), el mundo árabe seguía en estado de glaciación autocrática.
Al no permitirse ninguna forma de expresión crítica, la protesta se localizó en el único lugar de reunión no prohibido: la mezquita. Y en torno al único libro no censurable: el Corán. Así se fueron fortaleciendo los islamismos. El más reaccionario fue difundido por Arabia Saudí con el decidido apoyo de Washington que veía en él un argumento para mantener a los pueblos árabes en la “sumisión” (significado de la palabra ‘islam’). Pero también surgió, sobre todo después de la “revolución islámica” de 1979 en Irán, el islamismo político que halló en los versos del Corán argumentos para reclamar justicia social y denunciar la corrupción, el nepotismo y la tiranía.
De ahí nacieron varias ramas más radicales, dispuestas a conquistar el poder por la violencia y la “Guerra Santa”. Así se engendró Al Qaeda…
Después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, las potencias occidentales, con la complicidad de las “dictaduras amigas”, añadieron un nuevo motivo para mantener bajo férreo control a las sociedades árabes: el miedo al islamismo. En vez de entender que éste era la consecuencia de la carencia de libertad y de la ausencia de justicia social, agregaron más injusticia, más despotismo, más represión…

3. Económica. Varios Estados árabes padecieron las repercusiones de la crisis global iniciada en 2008. Muchos trabajadores de estos países, emigrados en Europa, perdieron su trabajo. El volumen de las remesas de dinero enviadas a sus familias disminuyó. La industria turística se marchitó. Los precios de los hidrocarburos (en aumento estas últimas semanas a causa de la insurrección popular en Libia) se depreciaron. Simultáneamente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) impuso, a Túnez, Egipto y Libia, programas de privatización de los servicios públicos, reducciones drásticas de los presupuestos del Estado, disminución del número de funcionarios… Unos severos planes de ajuste que empeoraron, si cabe, la vida de los pobres y sobre todo amenazaron con socavar la situación de las clases medias urbanas (las que tienen precisamente acceso al ordenador, al móvil y a las redes sociales) arrojándolas a la pobreza.

4. Climática. En este contexto, ya de por sí explosivo, se produjo, el verano pasado, un desastre ecológico en una región alejada del mundo árabe. Pero el planeta es uno. Durante semanas, Rusia, uno de los principales exportadores de cereales del mundo, conoció la peor ola de calor y de incendios de su historia. Un tercio de su cosecha de trigo fue destruida. Moscú suspendió la exportación de cereales (que sirven también para nutrir al ganado) cuyos precios inmediatamente subieron un 45%. Ese aumento repercutió en los alimentos: pan, carne, leche, pollo… Provocando, a partir de diciembre de 2010, el mayor incremento de precios alimentarios desde 1990. En el mundo árabe, una de las principales regiones importadoras de esos productos, las protestas contra la carestía de la vida se multiplicaron…

5. Social. Añádase a lo precedente: una población muy joven y unos monumentales niveles de paro. Una imposibilidad de emigrar porque Europa ha blindado sus fronteras y establecido descaradamente acuerdos para que las autocracias árabes se encarguen del trabajo sucio de contener a los emigrantes clandestinos. Un acaparamiento de los mejores puestos por las camarillas de las dictaduras más arcaicas del planeta…
Faltaba una chispa para encender la pradera. Hubo dos. Ambas en Túnez. Primero, el 17 de diciembre, la auto-immolación por fuego de Mohamed Buazizi, un vendedor ambulante de fruta, como signo de condena de la tiranía. Y segundo, repercutidas por los teléfonos móviles, las redes sociales (Facebook, Twitter), el correo electrónico y el canal Al-Yazeera, las revelaciones de WikiLeaks sobre la realidad concreta del desvergonzado sistema mafioso establecido por el clan Ben Alí-Trabelsí.
El papel de las redes sociales ha resultado fundamental. Han permitido franquear el muro del miedo: saber de antemano que decenas de miles de personas van a manifestarse un día D y a una hora H es una garantía de que uno no protestará aislado exponiéndose en solitario a la represión del sistema. El éxito tunecino de esta estrategia del enjambre iba a convulsionar a todo el mundo árabe.
IGNACIO RAMONET
Fuente: Patria Grande -
21 Marzo 2011 

miércoles, 23 de marzo de 2011

Guerra en Libia

Washington contempla el «Amanecer de la odisea» africana por Thierry Meyssan*


Fueron Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos quienes propusieron al Consejo de Seguridad de la ONU el texto adoptado como resolución 1973, para la instauración en Libia de una zona de exclusión aérea.
Esa iniciativa debe interpretarse de 2 maneras:
En primer lugar, Barack Obama no quería cargar ante la opinión pública estadounidense con la responsabilidad de una tercera guerra en el mundo musulmán, además de las que ya tienen empantanado a su país en Afganistán y en Irak. Washington prefirió por lo tanto delegar en sus aliados la responsabilidad de la nueva operación.
En segundo lugar, Nicolas Sarkozy –quien está representando a los intereses estadounidenses partidarios de la «relación especial» entre Londres y Washington– ha venido esforzándose prioritariamente, desde el principio de su mandato, por lograr un acercamiento entre Francia y Gran Bretaña en materia de defensa. Lo logró con los acuerdos de defensa del 2 de noviembre de 2010 y ahora encuentra en la crisis libia la oportunidad de emprender una acción común.
Con el regreso de Francia al comando integrado de la OTAN, que se votó el 17 de marzo de 2009 y se implementó en ocasión de la cumbre de Estrasburgo-Kehl, celebrada el 3 y el 4 de abril de 2009, Nicolas Sarkozy renunció al principio de una defensa francesa independiente.
Con el Tratado de Lisboa, del que Sarkozy se jacta de haber sido uno de los principales artífices, el presidente de Francia ya había llevado la Unión Europea a renunciar a toda forma de defensa independiente y a someterse definitivamente a la OTAN.
Su política constituye el triunfo, con medio siglo de retraso, del principio de la CED [Comunidad Europea de Defensa. Nota del Traductor], que tanto combatieron en el pasado los partidarios de De Gaulle y los comunistas. Con el pretexto de ahorrar en tiempos de crisis, David Cameron y Nicolas Sarkozy liquidaron las últimas conquistas del frente nacionalista conformado por los partidarios de Charles de Gaulle y los comunistas y firmaron dos tratados.
El primero prevé un incremento de la cooperación así como la repartición y el uso compartido de medios materiales y equipamiento, incluyendo los portaviones. Instituye, sobre todo, una fuerza expedicionaria conjunta interejércitos, pero no permanente, conformada por 3 000 o 3 500 soldados, fuerza que puede ser desplegada, sin aviso previo, para la realización de operaciones militares bilaterales de la OTAN, de la Unión Europea o de la ONU.
El segundo tratado inicia varios proyectos industriales y de investigación-desarrollo. Prevé sobre todo la puesta en común de tecnologías en materia de ensayos nucleares en laboratorio. Ello implica que la fuerza nuclear francesa de disuasión deja de ser independiente, mientras que la fuerza de disuasión británica se encuentra bajo control estadounidense.
Para concretar la fuerza expedicionaria franco-británica, los ministros implicados en ambos países, el británico Liam Fox y el francés Alain Juppé (quien fue ministro de Defensa del 14 de noviembre de 2010 hasta el 27 de febrero de 2011) planificaron un amplio ejercicio aéreo común que debía tener lugar del 21 al 25 de marzo de 2011, bajo la denominación de Southern Mistral.
El ejercicio debía incluir «misiones aéreas de tipo COMAO (Composite Air Operations) y un ataque específico (Southern Storm) destinado a asestar un golpe convencional a muy larga distancia. Más de 500 personas se movilizarán para ese ejercicio bilateral», indica el sitio web «Southern Mistral», editado por el Comando de Defensa Aérea y de Operaciones Aéreas.
«Seis aviones Tornado GR4, un avión de abastecimiento Vickers VC-10 y un Boeing E3D se movilizarán junto a varios Mirage 2000D, 2000N y 2000C de la Fuerza Aérea francesa que aportará una treintena de aeronaves, incluyendo helicópteros, Boeings de reabastecimiento y aviones-radar Awacs (…) Simultáneamente, el Comando Paracaidista Air 20 (CPA20) acogerá en Dijon a uno de sus homólogos británicos, el RAF Regiment, y se entrenará en la misión de protección de bases aéreas en teatro operacional tal y como se aplica actualmente en Afganistán.
Por otro lado, miembros del RAF Regiment se entrenarán en la práctica de medidas de seguridad aérea a partir de helicópteros. Estos procedimientos especiales se aplican cotidianamente desde helicópteros de “seguridad aérea” de la fuerza aérea para poder actuar contra las aeronaves que se desplazan a baja velocidad»
, prosigue el comunicado oficial.

La dirección de este ejercicio debía estar en manos de los generales franceses Desdaux y De Longvilliers, del air marshall Garwood y del air comodore Maas, ambos del Reino Unido.
¿Casualidad o premeditación? Como quiera que sea, fue una operación real, no un simple ejercicio, lo que comenzó el 19 de marzo de 2011 en aplicación de la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU. El primer día sólo participaron Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos.
En espera de la participación de los demás Estados miembros de la OTAN y de la constitución de un comando de coalición, quien coordina todas las operaciones –incluyendo las de Francia– desde el AfriCom, con sede en Stuttgart (Alemania), es el general estadounidense Carter Ham. Las fuerzas navales –incluyendo los navíos italianos y canadienses que llegan a la zona– y el comando táctico están bajo las órdenes del almirante estadounidense Samuel J. Locklear, quien se encuentra a bordo del USS Mount Whitney.
Todo lo anterior corresponde a la planificación previa de l’OTAN [1]. O sea, nada tiene que ver esto con el bla bla bla oficial sobre la iniciativa francesa sino que entra en la lógica anteriormente descrita de sumisión de las fuerzas.
La parte francesa de la operación se denomina Harmattan, palabra que designa el «Mistral del sur» que actualmente barre el África occidental.
La parte británica se llama Operation Ellamy.
Pero la parte estadounidense se llama Odyssey Dawn, para que todo el mundo entienda que se trata del amanecer de una odisea estadounidense en África [2]. Es importante señalar aquí que, contrariamente a los discursos adormecedores y engañosos de los líderes atlantistas, la resolución 1973 está redactada en términos tan nebulosos que puede autorizar el desembarco de tropas coloniales en Libia.
En efecto, la prohibición de «despliegue de una fuerza de ocupación extranjera bajo cualquier forma que sea y en cualquier parte del territorio libio» no se aplica a la creación de una zona de exclusión aérea, sino únicamente a las operaciones de protección civil (§ 4).
Los embajadores de Rusia y China señalaron ese punto en el Consejo de Seguridad, sin encontrar respuesta, y es por esa razón que se abstuvieron en el momento del voto [3].
Para el primer día de Harmattan, las fuerzas francesas desplegaron los aviones cuya utilización estaba prevista para el ejercicio Southern Mistral así como 2 fragatas antiaéreas y de defensa aérea (la Jean Bart y la Forbin) posicionadas frente a la costa de Libia. Al parecer han destruido 4 blindados. Por su parte, las fuerzas anglosajonas utilizaron un submarino británico clase Trafalgar y 11 navíos estadounidenses –entre los que se encuentran 2 destructores, el Stout y el Barry, y 3 submarinos, el Providence, el Florida y el Scranton– para disparara 110 misiles teledirigidos Tomahawk.
Esta operación militar puede prolongarse si las fuerzas libias oponen resistencia. En todo caso, la lógica que se ha adoptado debería llevar a la situación que prevaleció en Irak durante el periodo transcurrido entre las operaciones Desert Storm e Iraqi Freedom: una división de facto del
país entre las fuerzas leales a Khadaffi y los rebeldes.

Thierry Meyssan

Analista político francés. Fundador y presidente de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Última obra publicada en español: La gran impostura II. Manipulación y desinformación en los medios de comunicación (Monte Ávila Editores, 2008).

Fuente: Red Voltaire

¡Es la Amazonía, estúpido! - por ATILIO BORON

Los intereses imperialistas están sobre Brasil, en este caso con el envío de su principal representante al país, Barack Obama.

Todos recuerdan aquella frase con la que Bill Clinton desarmó a George Bush padre en la competición presidencial de 1992. Una expresión parecida podría utilizarse en el momento actual, cuando muchos piensan, en Brasil y fuera de él, que Obama está de visita en ese país para vender los F-16 fabricados en Estados Unidos, desplazando a su competidor francés, y para promover la participación de empresas estadounidenses en la gran expansión futura del negocio petrolero brasileño.
También, para asegurar un suministro confiable y previsible a su insaciable demanda de combustible mediante acuerdos con un país del ámbito hemisférico y menos conflictivo e inestable que sus proveedores tradicionales del Oriente Medio o la propia Latinoamérica. Aparte de eso, la carpeta de negocios que lleva Obama incluye la intervención de empresas de su país en la renovación de la infraestructura de transportes y comunicaciones de Brasil y en los servicios de vigilancia y seguridad que requerirán la Copa Mundial de Fútbol (2014) y los Juegos Olímpicos (2016).

Quienes apuntan a estas realidades no dejan de señalar los problemas bilaterales que afectan a la relación comercial, sobre todo debido a la persistencia del proteccionismo estadounidense y las trabas que éste implica para las exportaciones brasileñas. La relación, por lo tanto, está lejos de ser tan armónica como muchos dicen. Además, la creciente gravitación regional y en parte internacional del Brasil es vista con preocupación por Washington. Sin el apoyo de Brasil y Argentina, amén de otros países, la iniciativa bolivariana de acabar con el ALCA no habría prosperado. Por lo tanto, un Brasil poderoso es un estorbo para los proyectos del imperialismo en la región.
 
Dado lo anterior hay que preguntarse acerca de los objetivos que persigue la visita de Obama al Brasil. Observemos primero los datos del contexto: desde la inauguración del gobierno de Dilma Rousseff la Casa Blanca desplegó una enérgica ofensiva tendente a fortalecer la relación bilateral. No habían pasado diez días de su instalación en el Palacio del Planalto cuando recibió la visita de los senadores republicanos John McCain y John Barrasso; pocas semanas más tarde sería el Secretario del Tesoro, Timothy Geithner, quien golpearía a su puerta para reunirse con la presidenta. El interés de los visitantes se desató ante el recambio presidencial y la esperanzadora señal procedente del Brasilia cuando la nueva presidenta anunció que estaba reconsiderando la compra de 36 aviones de combate a la firma francesa Dassault que, en su monento, había anunciado el saliente presidente Lula. Este cambio de actitud hizo que los lobbistas de las grandes empresas del complejo militar-industrial –es decir, el “gobierno permanente” de los Estados Unidos, con prescindencia del transitorio ocupante de la Casa Blanca- se dejaran caer sobre Brasilia con la esperanza de verse beneficiados con la adjudicación de un primer contrato por 6.000 millones de dólares que, eventualmente, podría acrecentarse significativamente si el gobierno brasileño decidiera, como se espera, ordenar la compra de otros 120 aviones en los años siguientes. Pero sería un error creer que sólo la motivación crematística es la que inspira el viaje de Obama.
 
En realidad, lo que a aquél más le interesa en su calidad de administrador del imperio es avanzar en el control de la Amazonía. Requisito principal de este proyecto es entorpecer, ya que no puede detener, la creciente coordinación e integración política y económica en curso en la región y que tan importante han sido para hacer naufragar el ALCA en 2005 y frustrar la conspiración secesionista y golpista en Bolivia (2008) y Ecuador (2010). También debe tratar de sembrar la discordia entre los gobiernos más radicales de la región (Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador) y los gobiernos “progresistas” –principalmente Brasil, Argentina y Uruguay- que pugnan por encontrar un espacio, cada vez más acotado y problemático, entre la capitulación a los dictados del imperio y los ideales emancipatorios, hoy encarnados en los países del ALBA, que hace doscientos años inspiraron las luchas por la independencia de nuestros países.
El resto son asuntos secundarios.
Sorprende, dados estos antecedentes, la indecisión de Rousseff en relación con el reequipamiento de sus fuerzas armadas porque si finalmente Brasil llegara a cerrar el trato favoreciendo la adquisición de los F-16 en lugar de los Rafale franceses su país vería seriamente menoscabada su voluntad de reafirmar su efectiva soberanía sobre la Amazonía. Con esto no se quiere afirmar que Brasil debe comprar los aviones de la Dassault; lo que sí se quiere decir es que cualquier otra alternativa es preferible a su adquisición a un proveedor estadounidense. Si tal cosa llegara a ocurrir es porque la cancillería brasileña habría pasado por alto, con irresponsable negligencia, el hecho de que en el tablero geopolítico hemisférico Washington tiene dos objetivos estratégicos: el primero, más inmediato, es acabar con el gobierno de Chávez apelando a cualquier expediente, sea de carácter legal e institucional o, en su defecto, a cualquier forma de sedición. Este es el objetivo manifiesto y vociferado de la Casa Blanca. Pero el fundamental, a largo plazo, es el control de la Amazonía, lugar donde se depositan enormes riquezas que el imperio, en su desorbitada carrera hacia la apropiación excluyente de los recursos naturales del planeta, desea asegurar para sí sin nadie que se entrometa en lo que su clase dominante percibe como su hinterland natural: agua, minerales estratégicos, petróleo, gas, biodiversidad y alimentos. Para los más osados estrategas estadounidenses la cuenta amazónica, al igual que la Antártida, es un área de libre acceso en donde no se reconocen soberanías nacionales y abierta, por eso mismo, a quienes cuenten con “los recursos tecnológicos y logísticos” que permitan su adecuada explotación. Es decir, los Estados Unidos. Pero, obviamente, ningún alto funcionario del Departamento de Estado o del Pentágono, y mucho menos el presidente de Estados Unidos, anda diciendo estas cosas en voz alta. Pero actúan en función de esa convicción. Y, coherente con esta realidad, sería insensato para Brasil apostar a un equipamiento y una tecnología militar que lo colocaría en una situación de subordinación ante quien ostensiblemente le está disputando la posesión efectiva de los inmensos recursos de la Amazonía. ¿O es que alguien tiene dudas de que, cuando llegue el momento, Estados Unidos no vacilará un segundo en apelar a la fuerza para defender sus vitales intereses amenazados por la imposibilidad de acceder a los recursos naturales encerrados en esa región?  
Lo que está en juego, en consecuencia, es precisamente el control de esa zona.
Obviamente, de esto Obama no intercambiará una palabra con su anfitriona. Entre otras cosas porque Washington ya ejerce un cierto control de hecho sobre la Amazonía a partir de su enorme superioridad en materia de comunicación satelital. Además, la extensa cadena de bases militares con la que Estados Unidos ha venido rodeando esa área ratifica, con los métodos tradicionales del imperialismo, esa inocultable ambición de apropiación territorial. La preocupación que movió al ex presidente Lula da Silva a acelerar el reequipamiento de las fuerzas armadas brasileñas fue la inesperada reactivación de la IV Flota de Estados Unidos pocas semanas después de que Brasilia anunciara el descubrimiento de un enorme yacimiento petrolero submarino frente al litoral paulista. Allí se hizo evidente, como una relampagueante pesadilla, que Washington consideraba inaceptable un Brasil que además de contar con un gran territorio y una riquísima dotación de recursos naturales pudiera también convertirse en una potencia petrolera y, por eso mismo, en un país capaz de contrabalancear el predominio estadounidense al sur del río Bravo y, en menor medida, en el tablero geopolítico mundial. El astuto minué cortesano de la diplomacia estadounidense ha ocultado los verdaderos intereses de un imperio sediento de materias primas, energía y recursos naturales de todo tipo y sobre el cual la gran cuenca amazónica ejerce una irresistible atracción. Para disimular sus intenciones Washington ha utilizado –exitosamente, porque la cuenca amazónica terminó siendo rodeada por bases estadounidenses- un sutil operativo de distracción en el cual Itamaraty cayó como un novato: ofrecer su apoyo para lograr que Brasil obtenga un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Cuesta entender cómo los experimentados diplomáticos brasileños tomaron en serio tan inverosímil ofrecimiento que franqueaba el ingreso a Brasil mientras se lo cerraba a países como Alemania, Japón, Italia, Canadá, India y Pakistán. Deslumbrados por esa promesa la cancillería brasileña y el alto mando militar no percibieron que mientras se entretenían en estériles divagaciones sobre el asunto la Casa Blanca iba instalando sus bases por doquier: siete, ¡sí, siete!, en Colombia en el cuadrante noroeste de la Amazonía; dos en Paraguay, en el sur; por lo menos una en Perú, para controlar el acceso oeste a la región y una, en trámite, con la Francia de Sarkozy para instalar tropas y equipos militares en la Guayana francesa, aptos para monitorear la región oriental de la Amazonía. Más al norte, bases en Aruba, Curazao, Panamá, Honduras, El Salvador, Puerto Rico, Guantánamo para hostigar a la Venezuela bolivariana y, por supuesto, a la Revolución Cubana. Pretender reafirmar la soberanía brasileña en esa región apelando a equipos, armamentos y tecnología bélica de Estados Unidos constituye un mayúsculo error, pues la dependencia tecnológica y militar que ello implicaría dejaría a Brasil atado de pies y manos a los designios de la potencia imperial. Salvo que se piense, claro está, que los intereses nacionales de Brasil y Estados Unidos son coincidentes. Algunos así lo creen, pero sería gravísimo que la presidenta Rousseff incurriera en tan enorme e irreparable yerro de apreciación.
Y los costos –económicos, sociales y políticos- que Brasil, y con él toda la región, deberían pagar a causa de tal desatino serían exorbitantes.
Fuente: Resumenlatinoamericano.

martes, 22 de marzo de 2011

"Breve historia de la revolución tecnológica"

Creced y multiplicaos, dijimos, y las maquinas crecieron y se multiplicaron.
Nos habían prometido que trabajarían para nosotros.
Ahora nosotros trabajamos para ellas.
Multiplican el hambre las maquinas que inventamos para multiplicar la comida.
Nos matan las armas que inventamos para defendernos.
Nos paralizan los autos que inventamos para movernos.
Nos desencuentran las ciudades que inventamos para encontrarnos.
Los grandes medios, que inventamos para comunicarnos, no nos escuchan ni nos ven.
Somos maquinas de nuestras maquinas.
Ellas alegan inocencia.
Y tienen razón.
Eduardo Galeano

martes, 8 de marzo de 2011

“Un intelectual es alguien que es fiel a un conjunto político y social, pero no deja de discutirlo”
Jean Paul Sartre

" ¿En cualquier momento la negritud incendiará París"...?

8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer...

Una mujer desnuda y en lo oscuro
tiene una claridad que nos alumbra
de modo que si ocurre un desconsuelo
un apagón o una noche sin luna
es conveniente y hasta imprescindible
tener a mano una mujer desnuda.
Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera un resplandor que da confianza
entonces dominguea el almanaque

vibran en su rincón las telarañas
y los ojos felices y felinos
miran y de mirar nunca se cansan.
Una mujer desnuda y en lo oscuro
es una vocación para las manos
para los labios es casi un destino
y para el corazón un despilfarro
una mujer desnuda es un enigma
y siempre es una fiesta descifrarlo.
Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera una luz propia y nos enciende
el cielo raso se convierte en cielo
y es una gloria no ser inocente
una mujer querida o vislumbrada
desbarata por una vez la muerte.

Mario Benedetti

martes, 11 de enero de 2011

Cuba desarrolla la primera vacuna terapéutica contra el cáncer de pulmón

Madrid (EUROPA PRESS) Investigadores del Centro de Inmunología Molecular de Cuba han anunciado el lanzamiento de la primera vacuna terapéutica del mundo contra el cáncer de pulmón, después de haber obtenido resultados "favorables" sobre su eficacia y seguridad en los ensayos clínicos realizados.
Dicha terapia, cuyo nombre comercial es 'Cimavax-Egf', está indicada en pacientes que ya han recibido un tratamiento previo con quimioterapia o radioterapia y, según ha informado en el semanario estatal 'Trabajadores' Gisela González, responsable del equipo que ha logrado este hallazgo, ya ha sido probada en más de mil pacientes "sin observar efectos adversos severos".
Según explica esta experta, esta novedosa terapia se basa en el receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR, en sus siglas en inglés), relacionado con los procesos de proliferación celular que se descontrolan en estos tumores. "Aumenta las expectativas y la calidad de vida", añade González, quien asegura que "ofrece la posibilidad de convertir el cáncer avanzado en una enfermedad crónica controlable".
De hecho, ha anunciado que las autoridades cubanas están tramitando su registro en "otras naciones", sin especificar dónde, recordando que Cuba ha producido un total de 38 medicamentos comercializados en unos 40 países.
Entre estas innovaciones, destacan vacunas contra la meningitis B y C, la fiebre tifoidea y una vacuna sintética contra la haemophilus influenzae tipo B, la principal causa de la meningitis y otras infecciones infantiles.
Además, en Cuba se ha fabricado también una medicina contra el cáncer de cuello de útero y una terapia recombinante para problemas cardiovasculares.

http://www.lavanguardia.es/salud/20110111/54099607248/cuba-desarrolla-la-primera-vacuna-terapeutica-contra-cancer-de-pulmon.html


(CUBA de mis amores : ¿Qué no hubieras logrado sin las cadenas, sin el maldito cepo yankee condenándote a un bloqueo infinito...?)

lunes, 10 de enero de 2011

domingo, 9 de enero de 2011

"Ya no" - Idea Vilariño (Fragmento)

Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya
no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.

No volveré a tocarte.

No te veré morir.


Piet Mondriaan - (1872-1944) - Holanda


"El arte no está hecho para nadie, y es, al mismo tiempo, para todos."
P. Mondriaan.