No hay necesidad de fuego, el Infierno son los Otros. Jean Paul Sartre.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Cuba, tiempos de cambio - por Atilio Boron

"En Cuba se está generando un gran debate sobre el futuro económico de la Isla. Entre los cubanos se ha hecho carne la convicción de que el actual ordenamiento económico, inspirado en el modelo soviético de planificación ultra-centralizada, se encuentra agotado. Tal como lo advirtieron Fidel y Raúl, su permanencia pone en entredicho la supervivencia misma de la revolución. Si se la quiere salvar será preciso abandonar un esquema de gestión macroeconómica que, a todas luces, ya pasó a mejor vida..."


"...Dicho en términos del marxismo clásico, el desarrollo de las fuerzas productivas decretó la obsolescencia de formas e intervenciones estatales que siendo eficaces en el pasado ya no tienen posibilidad alguna de controlar la dinámica de los procesos productivos contemporáneos, decisivamente modelados por la tercera revolución industrial.
Cuba se interna en un proceso de cambios y de actualización del socialismo. Los primeros borradores del proyecto, un documento de una veintena de páginas aparecido como suplemento especial del Granma y Juventud Rebelde, fue distribuido masivamente en la población. Se tiraron 500.000 ejemplares que fueron inmediatamente adquiridos por la población, invitada reiteradamente a leerlo, discutirlo y hacer llegar sus propuestas. Van a hacer otra gigantesca tirada más, porque el ansia de participación es enorme. El documento será examinado críticamente por todas las organizaciones sociales, sin distinción alguna: desde el Partido Comunista hasta los sindicatos y el enjambre de asociaciones de todo tipo que existen en la isla. Por eso se equivocan quienes se ilusionan con que la introducción de las reformas de inicio a un indecoroso -¡y suicida!- retorno al capitalismo. Nada de eso: lo que se intentará hacer es nada más y nada menos que llevar adelante reformas socialistas que potencien el control social, es decir, el control popular de los procesos de producción y distribución de la riqueza. El socialismo, correctamente entendido, es la socialización de la economía y del poder, más no su estatización. Pero para socializar es necesario primero producir, pues en caso contrario no habrá nada que socializar. Por lo tanto, se trata de reformas que profundizarán el socialismo, y que no tienen absolutamente nada que ver con las que plagaron América Latina desde los años ochentas.
Va de suyo que el camino a recorrer por la Revolución Cubana no será nada fácil y se encuentra erizado de peligros. A las dificultades propias de toda transición se le agregan los derivados del infame bloqueo impuesto por Estados Unidos (y mantenido por el Premio Nóbel de la Paz Barack Obama), el permanente bombardeo mediático y las presiones a que se ve sometida la isla procurarán por todos los medios hacer que las reformas socialistas degeneren en una reforma económica capitalista. El quid de la cuestión está en la brújula política, la orientación que tendrán estos procesos de cambio. Y el pueblo y el gobierno cubanos disponen de una muy buena brújula, probada por más de medio siglo, y saben muy bien que es lo que deben hacer para salvar al socialismo de las mortales amenazas que le plantea el agotamiento de su actual modelo económico. Y saben también que si hay algo que liquidaría las conquistas históricas de la revolución, que las barrería de un plumazo, sería la re-mercantilización de sus derechos y su conversión en mercancías. Es decir, la reintroducción del capitalismo. Y nadie quiere que tal cosa ocurra."


http://www.cubadebate.cu/opinion/2010/11/25/cuba-tiempos-de-cambio/

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